¿A quién no le gustaría ir a Francia y sentarse
frente a la Torre Eiffel a comer quesos y más quesos? Lo cierto es que no solo en Francia sino en
muchos lugares del mundo se preparan exquisitos quesos que valen la pena
detenerse a degustar, pero siempre existe la duda que dichos quesos hayan sido
preparados de manera adecuada.