Los
alimentos y bebidas que consumimos normalmente han pasado por una serie de
tratamientos utilizados para su conservación. Estos procedimientos, como la
medición del pH, son de suma importancia para la elaboración de alimentos y son
un indicador de condiciones higiénicas.
Entendemos
el pH como una forma de indicar la acidez y alcalinidad de una solución, además
también funciona para controlar los procesos de transformación. El pH tiene una escala de medición que va desde
el 0 hasta el 14. Todo pH que tenga un
valor menor que 7 es ácido, todo pH que tenga un valor de 7 es neutro y todo pH
que tenga un nivel superior que 7 indica alcalinidad. Mientras más disminuya el pH en un producto
más se conservará el alimento.
Los
lácteos no se escapan de dicho procedimiento. Desde que se recolecta la leche
hasta el momento que se entrega el producto debe ser sometida a control de pH, ya
que es un indicador de sus condiciones higiénicas. También se mide durante todo
el proceso de preparación de diferentes productos derivados de la leche.
El
valor normal de pH que tiene la leche se encuentra en 6.8 aunque puede variar
según los distintos lácteos. Cuando un producto tiene el pH por debajo de su
valor normal puede significar contaminación de amoniaco, infección en el
animal, entre otros, que pueden ser dañinos para la salud.
Existen
diversos métodos para medir el pH en los lácteos, una de las formas más
efectivas y precisas es a través de la medición potenciométrica o medición vía pHmetro.
Otra forma no tan eficaz es por medio del papel tornasol muy común en laboratorios
de escuelas y universidades.
Los
lácteos son productos muy delicados, es por ello, que al momento de someterlos
a control se deben utilizar las mejores técnicas y productos para conservar la
calidad y frescura de los mismos. En Advance Laboratorios te ofrecemos pH metros
de avanzada tecnología que le proporcionarán los mejores resultados.
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