Cada
vez que vemos un mosquito debemos estar más alerta que nunca, ya que no solo producen picaduras molestas
sino que son portadores de dengue y de chikungunya.
Probablemente estés familiarizado con
el dengue, mas no con el chikungunya.
Esta enfermedad también conocida como “La enfermedad del hombre
torcido”, se descubrió por primera vez en Tanzania en 1952 y se transmite por
medio de mosquitos.
A pesar de que no es letal, sus
síntomas son lo suficientemente dolorosos como para dejar en cama a una
persona. La enfermedad suele presentarse con fiebres elevadas, dolores en las
articulaciones, dolores musculares, de cabeza, náuseas y erupciones cutáneas.
La mayorías de los síntomas desaparecen a los pocos días, a excepción de los dolores
articulares que pueden permanecer por meses, incluso años.
En ocasiones se pueden presentar complicaciones
oculares, neurológicas, cardiacas y gastrointestinales. Se debe prestar
especial atención a personas mayores, bebés y mujeres embarazadas, ya que en
estos casos la enfermedad puede provocar la muerte.
No
existe un tratamiento específico para el chikungunya, por ahora se alivian los
síntomas con antipiréticos y analgésicos. Por otro lado, se están trabajando en vacunas en
Francia y en Estados Unidos para prevenir la infección pero aún se encuentran
en fase de prueba.
Mientras
tanto debemos realizar todas las medidas preventivas para evitar contagiarnos
de este virus. Lo primordial es disminuir los criaderos de mosquitos, para ello
se deben eliminar los objetos que puedan almacenar agua como botellas y latas.
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