El destino del vital líquido está en nuestras manos |
Aunque
suene extraño el agua está cada vez más estresada, esta situación es grave y es
necesario remediarla.
El
estrés hídrico sucede cuando la demanda de agua es más grande que la cantidad
disponible, lo que trae como consecuencia que la calidad disminuya. Este
fenómeno provoca deterioro de los recursos de agua destinados para el consumo
tanto en cantidad (ríos) como en calidad (contaminación).
Debido
al cambio climático se prevé que el estrés del agua empeore, se producirán lluvias
violentas lo que ocasionará inundaciones y no será posible el aprovechamiento
de ríos. Además, aumentará la temperatura lo que favorecerá la evaporación.
Esta gráfica refleja el estrés hídrico por regiones para el 2015 |
Se
pronostica que para el 2050 el estrés hídrico aumente, lo que podría perjudicar
la vida de más de 79 millones de personas.
De
acuerdo a estudios una de cada cuatro ciudades se encuentra en situación de
estrés hídrico. Algunas son: Tokio, Delhi, Ciudad de México, Shanghái, Beijing,
Los Ángeles, Rio de Janeiro, Lima, entre otras.
Debemos aceptar y tomar conciencia que el agua está en crisis y sino disminuimos el
gasto desmedido de agua, es muy probable que pronto empecemos a notar las
consecuencias de tener cada vez menos agua y de peor calidad.
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