Cuando
hablamos de oxígeno pensamos en el aire que respiramos pero el oxígeno también
está presente en el agua y es fundamental para la vida de peces, plantas y
bacterias que habitan en las profundidades del océano.
Para
la práctica de la acuicultura (crianza de especies acuáticas) el elemento
químico más importante es el oxígeno. El cual guarda una relación inversamente
proporcional con la temperatura, a mayor temperatura la concentración
del oxígeno en el agua será menor y mientras a menor temperatura, la
concentración del oxígeno en el agua será mayor. La temperatura no es lo único que se
relaciona con la concentración del oxígeno, la presión barométrica, la altura y
las sales disueltas también influyen.
Por
lo que el oxígeno es un elemento muy delicado que necesita de constante
monitoreo, esfuerzo y dedicación. La cantidad de oxígeno disuelto en el agua
depende de distintos factores como temperatura, especie del cultivo, tamaño del
pez y régimen de alimentación.
Para
que los peces se desarrollen en total normalidad se debe controlar el nivel de
saturación del oxígeno disuelto en el agua, si es mayor a 85% los peces
crecerán con naturalidad pero si el nivel de saturación desciende los peces
empiezan a ser vulnerables a enfermedades, disminuye su apetito y
posteriormente mueren.
Es
por ello, que controlar el oxígeno disuelto en el agua es de suma importancia,
ya que las prácticas como la acuicultura ayudan al medio ambiente, disminuyen la
pesca, la recolección de peces desproporcionada y son una medida para
garantizar la seguridad alimentaria.
Existen
distintas herramientas que miden el oxígeno disuelto en el agua y los podrás
conseguir de la mejor calidad en Advance Laboratorios.
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