Debido
a que cada día aumenta el deterioro del medio ambiente se han desarrollado
diversas prácticas para conservar y tratar de detener el desgaste del mismo.
Una
de esas actividades es la “agricultura ecológica” la cual está destinada especialmente
a preservar el ambiente, mantener la fertilidad del suelo y proporcionar
alimentos que sean 100% naturales.
Una
de las características de la “agricultura ecológica” es que no utiliza
pesticidas ni otras sustancias químicas. El control de plagas se realiza de
forma natural, también se utilizan abonos naturales, los cuales proveen a los
suelos de materia orgánica, mejoran la protección contra la erosión y suponen
un ahorro para los agricultores.
La biodiversidad es otra de las
características que tiene esta innovadora práctica, la cual consiste en sembrar
distintos tipos de cultivos en el mismo campo.
La diversidad biológica incrementa la resistencia de las plantas al
cambio climático.
“La agricultura ecológica”
beneficia a la economía porque produce más alimentos por hectárea que la
agricultura convencional. Además, los alimentos producidos en estos cultivos
son más sanos y tienen más sabor.
El único inconveniente que tienen
estos productos es que son más costosos que los cultivados en la agricultura
común.
Actualmente, las actividades
ecológicas ya no se refieren a prácticas nuevas y ajenas a nuestra vida diaria.
Cada día la conciencia de conservación y preservación del medio ambiente
aumenta y se universaliza.
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