Cloración Salina

            En algún momento de tu vida tuviste que haber pasado por un detector de metales, este instrumento funciona mediante una serie de impulsos electromagnéticos que se encargan de identificar los objetos. Este proceso es muy parecido al que se realiza con la cloración salina, en el cual se le añade al agua cloruro sódico, que no es otra cosa que sal común,  y se hace pasar el líquido por un aparato eléctrico con dos láminas de titanio que hacen el trabajo de electrodos. Luego del contacto de la sal con el metal, la primera se convierte en un purificador y desinfectante activo para tu piscina que se encargará de eliminar los hongos y bacterias que puedan encontrarse allí; lo curioso de este proceso es que la sal vuelve a su estado natural y el ciclo a repetirse de manera indefinida.

           


La cloración con sal es uno de los procesos preferidos por los propietarios de piscinas debido a facilidad, bajo costo y automatización que brinda. En cuanto al equipo, físicamente cuenta con un alimentador que proporciona corriente de forma continua, conectado a un electrodo por la que pasa el agua salada, creando reacciones que separan cada elemento.  

            Sin duda, la cloración es de vital importancia para mantener las aguas en buenas condiciones y alargar su vida útil, puesto que intentar limpiar una piscina manualmente puede ser  riesgoso para los usuarios debido a que estos quedan propensos a los errores que pueda cometer el encargado, ya sea excederse o quedarse corto en la cantidad de productos químicos que se agregue.

            Los cloradores salinos producen la cantidad necesaria de cloro de forma natural, por ende, la calidad del agua resulta ser incomparable y las consecuencias para el usuario son positivas pues: la piel no se reseca ni absorbe los químicos gracias a la sal y a la barrera protectora que crea entre la epidermis y ellos, tampoco se quema el cabello, los ojos no se enrojecen y evita que las abejas se acerquen al agua, algo común en algunas piscinas, y además no necesitarás ducharte cada vez que sales del agua para eliminar el cloro. Así que si tienes una piscina, anímate a probar los cloradores salinos, te facilitarán y beneficiarán al momento de mantener y disfrutar de tu piscina.