En los países europeos, las industrias siempre han tratado de suministrar agua al menor costo posible, por lo que usan grandes cantidades de cloro, las cuales provocan olores y sabores extraños, además de compuestos peligrosos como los trihalometanos que pueden originar cáncer de vejiga. El ozono, en cambio, elimina compuestos orgánicos e inorgánicos siendo más seguro. Aunque los operarios necesiten emplear un equipo más resistente para manejarlo, es preferible al ser 3000 mil veces más eficaz que otros productos como el bromo y las cloraminas.
El ozono debe producirse in situ a través de descargas eléctricas, pues no hay forma de transportarlo. Primero, el oxígeno debe pasar en estado gaseoso a través de dos electrodos separados por un dieléctrico, la descarga eléctrica de los electrodos suministra la energía suficiente para disociar las moléculas de oxígeno y así producir el ozono. Después, éste debe tener contacto con el agua durante unos tres o cuatro minutos para así lograr su desinfección total.
La ozonización destruye sustancias sintéticas como los detergentes, los pesticidas y los fenoles, también hace que las sustancias orgánicas sean mucho más biodegradables, convirtiendo el tratamiento de agua en un proceso mucho más ecológico.
En definitiva, el ozono es el mejor agente que podemos emplear si deseamos consumir agua libre de microorganismo, pura y de calidad. Si la conciencia ciudadana aumenta es probable que los entes gubernamentales obliguen a las industrias a tratar con ozono sus aguas residuales y que establezcan en los estándares de potabilización el uso de este biocida. Tengamos en cuenta que una forma de cuidar nuestro planeta es asegurándonos del manejo adecuado del agua.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario